Junio 2006

La humanidad está pasando actualmente a través de un ci­clo de excesiva actividad. Por primera vez en la historia humana esta actividad abarca a la humanidad en gran escala, en los tres aspectos de la conciencia de la personalidad. El cuerpo físico y los estados de conciencia emocional y mental están grandemente trastornados. Esta triple actividad unificada es acrecentada por un ciclo de intensa actividad planetaria, debido a la entrada en una nueva era, al desplazamiento del sol a un nuevo signo del Zodíaco y a la consiguiente preparación que capacitará al hombre para trabajar fácilmente con las nuevas fuerzas y energías que actúan sobre él. En el centro de la vida humana, el grupo integrador de los nuevos servidores del mundo debe enfrentar, por lo tanto, una verdadera necesidad. Su trabajo primordial consiste en mantenerse en estrecha unión con el alma de la humanidad ‑- constituida por todas las almas en su propio nivel del ser, mediante la propia actividad del alma organizada, para que siempre haya quien "trabaje en los intervalos" y así permitir que progrese el plan y la visión, ante los ojos de quienes aún no pueden penetrar en el lugar elevado y secreto. (Tratado sobre Magia Blanca, p. 375-376)