Mayo 2009

El período del Festival de Wesak de 1936 y de 1937, en los niveles internos, se prolongó durante cinco días -dos días antes, el día del Festival y los dos siguientes. El momento exacto del Festival de Wesak es de enorme importancia. Los dos días de preparación se conocerán como “días de renunciación y desapego”. El día del Festival será conocido como de salvaguardia, en cambio los dos que siguen al del Festival como días de distribución Estas palabras significan algo distinto para la Jerarquía de Maestros que para nosotros, y es inútil (y tampoco es permitido) aclarar su significado más profundo. Sin embargo, son cinco días de intenso esfuerzo dedicados al servicio, y conducen a renunciar a todo aquello que obstaculice nuestra utilidad como canales de fuerza espiritual. Esto significa que después de la debida preparación, dedicación y elevación, durante los dos días anteriores y el del Festival mismo, debemos considerarnos simplemente receptores o custodios de toda la fuer-za espiritual afluyente que podamos contener. Como canales, debemos estar preparados para olvidarnos de nosotros mismos en el trabajo de alcanzar, contener y mantener fuerza para el resto de la humanidad y considerar al día del Festival como de silencio (me refiero a la paz interna y silenciosa solemnidad que permanecen inquebrantables aunque el hombre externamente preste servicio mediante la palabra), en que el servicio se lleva acabo enteramente en los niveles esotéricos, olvidándose totalmente de sí mismos, a fin de recordar a la humanidad y su necesidad. Du¬rante ese período sólo dos pensamientos deben mantener nuestra constante atención -la necesidad de nuestros semejantes y la de proporcionar un canal grupal por el cual las fuerzas espirituales puedan afluir a través del cuerpo de la humanidad, bajo la guía experta de los miembros elegidos de la Jerarquía. (Psicología Esotérica, Vol. II, pp. 523-524)