021-026

[21] Conciencia,
[22] Conocimiento,
[23] Cremación,
[24] Crisis,
[25] El Cristo,
[26] Cristo: Reaparición del

[21]

CONCIENCIA

(1) Lo único que podemos hacer es sentir una fracción de algún todo maravilloso, más allá del alcance de nuestra conciencia, un todo que sólo el Ángel más excelso o Ser más perfecto, recién comienza a comprender. Cuando se reconozca que el hombre común sólo ha sido hasta ahora plena­mente consciente en el plano físico, semiconsciente en el emocional y comien­za a desarrollar la conciencia en el plano mental, se evidenciará que su comprensión de las informaciones cósmicas sólo puede ser rudimentaria. Cuando se conozca también que ser consciente en un plano y ejercer control en él, son dos cosas completamente distintas, será evidente que es remota la posibilidad de conocer algo más de la tendencia general del esquema cósmico (1 – 19).

(2) El desarrollo del ser humano consiste en el paso de un estado de conciencia a otro. Es una sucesión de expansiones, un desarrollo de la facultad perceptiva que constituye la característica predominante del inmanente Pensador. Es el progreso de la conciencia centralizada en la personalidad, yo inferior o cuerpo, hacia la conciencia centralizada en el yo superior, ego o alma y, de allí, pasa a centralizarse en la mónada o espíritu, hasta que oportunamente la conciencia llega a ser divina (1 – 21/2).

(3) Todo progreso en el reino de la conciencia se efectúa, lógicamente, mediante una serie de despertares, que deberían realizarse en forma mucho más gradual y abarcar un período más extenso, como sucede en las actuales condiciones planetarias. Este modo particular de desarrollar la conciencia en la familia humana, fue iniciado por la Jerarquía al final de la cuarta subraza de la raza raíz atlante, y continuará hasta mediados de la próxima ronda. Entonces se habrá proporcionado el necesario estímulo; tres quintas partes de la humanidad “habrán puesto esotéricamente los pies en el sendero” y un gran porcentaje de ella estará en camino de convertirse en el sendero mismo, retornando la rutina normal. (1 – 85).

(4) Estos conocimientos o expansiones de conciencia, están regidos por la ley natural, y toda alma, sin excepción, los experimenta a su debido tiempo. (1 – 144).

(5) Puedo asegurarles que bajo la presión de la vida moderna, bajo la tensión de las actuales condiciones y civilización impuestas, además de la preocupa­ción mental, del temor causado por los ejércitos en marcha, del tronar de tantas voces y del peso de la estrechez económica mundial, pese a todo la conciencia humana va despertando rápidamente de su largo sueño. Esa gran realidad fundamental denominada "estado mental humano", recién comienza a enfocarse sobre las cosas importantes y a expresarse en forma vívida (9 – 23).

(6) La evolución (tal como la entendemos y como debe ser estudiada por el intelecto humano) es la historia de la evolución de la conciencia y no la historia de la evolución de la forma. Esta última evolución está implícita en la otra y es de importancia secundaria desde el punto de vista oculto. (15 – 56).

(7) Las energías de las doce constelaciones se mezclan con las de los doce planetas, pero su poder para evocar respuestas y recibir conscientemente, reconocer y emplear las energías, depende completamente del tipo de mecanismo de respuesta de la Vida planetaria y del hombre individual. Se ha dicho acertadamente, que la conciencia depende de los vehículos de la misma y del grado de desarrollo y capacidad del individuo para identificarse con las energías e impulsos que te llegan, no dependiendo únicamente de lo que ya ha reconocido como parte o aspecto de sí mismo. Podría decirse que la respuesta a las realidades superiores y cualidades reveladas y hechas posibles por el impacto de las energías de los signos zodiacales, depende parcialmente de la menguante influencia de los planetas para mantener sujeto el aspecto conciencia del hombre. Reflexionen sobre esto, porque encierra una verdad profundamente esotérica. (16 – 52).

(8) Cuando estudiamos, se suele olvidar con frecuencia, que no es posible para ningún ente consciente, dentro de la esfera planetaria de influencia, concebir condiciones distintas de las de la Tierra, pues este pequeño planeta constituye inevitablemente para ese ente el centro mismo de su universo conocido y ‑bajo la Gran Ilusión‑ las constelaciones con sus regentes y contrapartes prototípicas giran alrededor de ella. Cuando el hombre haya progresado más y su conciencia comience a despertar a la realidad, la naturaleza de esta ilusión llegará a ser evidente para él, aunque en la actua­lidad no le es posible hacerlo ni siquiera teóricamente. (16 – 271/2).

(9) La antigua verdad oculta es exacta: “La conciencia depende de su vehículo de expresión y ambos, para existir, dependen de la vida y la energía”. Esta es una ley inmutable. (16 – 393).

(10) Deben tener siempre en cuenta que la conciencia sigue siendo la misma en encarnación física o fuera de ella, donde el desarrollo puede llevarse a cabo con mayor facilidad que cuando está limitado y condicionado por la conciencia cerebral. (5 – 88/9), (17 – 305).

(11) La expansión de conciencia, la adquisición de una acrecentada sensi­bilidad y la percepción consciente, es meta de todos los esfuerzos divinos y jerárquicos. La meta no es obtener un mejoramiento de las condiciones materiales, las cuales seguirán automáticamente cuando vaya desarrollando firmemente el sentido de percepción. El futuro de la humanidad está deter­minado por su aspiración y capacidad para responder al idealismo que hoy inunda al mundo. (12 – 114/5).

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CONOCIMIENTO

(1) Conocimiento es: correcta dirección de las corrientes de fuerza, primero en los tres mundos del esfuerzo humano y luego en el sistema solar. (3 – 700).

(2) Conocimiento Exotérico y Esotérico: ¿Por qué consideramos que algunos aspectos del conocimiento son esotéri­cos y otros exotéricos?.

Prácticamente, la respuesta significa que ya se tiene cierta noción de que el conocimiento esotérico se ocupa del aspecto subjetivo de la vida y el exotérico del aspecto objetivo; que un tipo de conocimiento concierne a la energía y a la fuerza (de allí el peligro de la prematura revelación) y el otro a aquello que está siendo energetizado. Se evidenciará que hasta tanto no se haya logrado la facultad de comprobar la información subjetiva, una larga serie de hechos quedarán fuera del campo de la conciencia de la mayoría.

Como ya se ha dicho, la meta de la evolución consiste en ser consciente en todos los planos; debido al poco desarrollo evolutivo de la raza, todavía el plano físico está siendo sometido al control consciente. El conocimiento adquirido sobre dicho plano, la información concerniente a la objetividad más densa, el conjunto de hechos relacionados con los cinco subplanos inferiores del plano físico (desde el punto de vista ocultista), son considerados exotéricos.

La información y el conocimiento de la vida que evoluciona por medio de las formas, serán todavía por largo tiempo considerados esotéricos, lo mismo que la aprehensión y captación del aspecto materia y de las leyes que rigen la energía en los planos astral y mental.

Todo lo que puede adquirirse por el instinto y por el empleo de la mente concreta, actuando por medio del cerebro físico, puede considerarse dentro de lo que llamamos exotérico. Es evidente, por lo tanto, hasta qué punto los hechos diferirán de acuerdo a:

  • a. La edad del alma
  • b. La experiencia adquirida y aplicada.
  • c. La condición del cerebro y del cuerpo físico.
  • d. Las circunstancias y el medio ambiente.

A medida que pasa el tiempo y el hombre alcanza cierto grado de evolu­ción, la mente se desarrolla con más rapidez y entra en actividad un nuevo factor. Poco a poco la intuición o mente trascendental, empieza a actuar y, con el tiempo, reemplaza a la mente inferior o concreta. La intuición emplea entonces el cerebro físico como placa receptora; pero al mismo tiempo desarrolla ciertos centros en la cabeza, transfiriendo así la zona de su activi­dad desde el cerebro físico a los centros superiores de la cabeza, existentes en materia etérica. En la masa humana esto se efectuará al abrirse los subplanos etéricos durante las próximas dos razas. Esto sucede análogamente en el reino animal cuando la zona de actividad del plexo solar es transferida en forma gradual al cerebro rudimentario y se desarrolla paulatinamente con la ayuda de manas.

Al considerar estos puntos, se evidencia que esas zonas de conciencia que constituyen realmente los aspectos esotéricos del conocimiento no han sido conquistadas todavía ni traídas dentro del radio de control de la Entidad inmanente.

Se ha de recalcar, que cuando llegue a comprenderse esto, será apreciado el verdadero significado de lo exotérico y de lo oculto, y el esfuerzo de todos los CONOCEDORES consistirá en atraer a su zona de conocimiento a otros entes que están preparados para obtener una expansión similar de conciencia. En esta idea se halla la clave del trabajo de la Fraternidad. Con Su fuerza atraen hacia cierto campo de realización y esfuerzo, y mediante dicha atracción y la respuesta de esos átomos humanos que están ya preparados, es coordinado el grupo de almas que se halla en el arco ascendente, un determinado centro de¡ Hombre Celestial. (3 – 251/4).

(3) Debe recordarse también que más allá de cierto punto no es conveniente ni prudente dar información sobre los hechos del sistema solar. Mucho debe permanecer esotérico y velado. Los riesgos que trae el conocimiento excesivo son mucho más grandes que la amenaza del poco conocimiento. Con el conocimiento viene la responsabilidad y el poder, dos cosas para las cuales la raza no está aún preparada. Por lo tanto, todo lo que podemos hacer es estudiar y correlacionar, aplicando la sabiduría y la discreción que poseamos, utilizando el conocimiento adquirido en bien de quienes tratamos de ayudar y reconociendo que el empleo inteligente del conocimiento acrecienta la capacidad para recibir la sabiduría oculta. Paralelamente y de acuerdo a la inteligente adaptación del conocimiento a las necesidades ambientales, de­bemos aumentar la capacidad de mantener una discreta reserva y de emplear la facultad discriminatoria. Cuando podamos utilizar inteligentemente el conocimiento, retenerlo discretamente y discriminar con sensatez, ofrecere­mos a los observadores instructores de la raza, la mejor garantía de que estamos preparados para una nueva revelación. (1 – 20/1).

(4) Un discípulo puede estar seguro que hasta no haber incorporado al sendero del Conocimiento el sendero del Amor, no podrá recibir las inicia­ciones mayores, porque éstas se reciben en los niveles superiores del plano mental. (4 – 97/8).

(5) La adquisición material del conocimiento para beneficio propio, pro­duce estancamiento, obstrucción, indigestión y dolor, si no se trasmite a otros con inteligente discriminación (2 – 248).

(6) Cuando se imparte conocimiento debe ser empleado y aplicado en forma práctica en la vida diaria. Los que leen estas palabras que surgen de mi corazón, mente y labios, tienen el deber de hacer tres cosas, las que expondré de acuerdo a su orden de importancia:

  1. Moldear sus vidas diariamente, basados en la verdad impartida, si la consideran como verdad. Quizás sólo les resulte interesante, o un fascinante estudio marginal, o algo que les agrada recibir por su novedad y por ser algo distinto de la enseñanza común, o quizás les agrade recibir estas instrucciones un poco antes que el resto de la humanidad. Estas reacciones tienen poca importancia porque corres­ponden a la personalidad. Probablemente sean reacciones de la ma­yoría. Si sus reacciones no son más profundas que las mencionadas, estas enseñanzas no son para ustedes, porque la responsabilidad es, por lo tanto, demasiado grande; pero si tratan, aunque sea en pequeña medida, de aplicar en su propia vida la verdad tal como la perciben, entonces sí lo son para ustedes.
  2. Erigir esa estructura de pensamiento que incluya esta nueva enseñan­za. Pueden, si así lo desean, ayudar a construir la forma mental de la enseñanza de la nueva era. Esto lo realizarán, ante todo, por medio del pensamiento, aplicando prácticamente a su vida personal y a cualquier precio, toda la verdad que hayan comprendido, sacrificándose y sirviendo a sus semejantes y difundiendo constantemente el conocimiento que pueden poseer.
  3. Distribuir la enseñanza durante un largo período. ¿Han hecho algo a este respecto y han cumplido con su responsabilidad? (15 – 537/8).

Ver también: (6 – 246/7), (6 – 343/4).

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CREMACIÓN

(1) Las taras a que la humanidad está propensa se encuentran en el suelo y ello se debe en gran parte a los millones de cadáveres enterrados en el transcurso de las épocas. Cuando se divulgue acrecentadamente el proceso de la cremación, tal situación mejorará constantemente. En forma gradual, muy gradualmente, la tara desaparecerá. Por lo tanto es altamen­te recomendable que se haga la mayor propaganda posible para emplear el método de disponer de los descartados vehículos físicos de las almas que desencarnan. A medida que la tierra esté menos contaminada y se establezca contacto con el alma, tendremos la esperanza de ver decrecer el número de los que sucumben a las taras heredadas. (17 – 56).

(2) Muchos beneficios serán logrados debido a la creciente costumbre de cremar esas formas que la vida interna ha abandonado; cuando llegue a ser una costumbre universal, veremos una definida disminución de la enfermedad, lo que conducirá a la longevidad y acrecentada vitalidad. (17 – 189).

(3) Es algo afortunado y feliz que la cremación, se vaya imponiendo acrecentadamente. Dentro de poco tiempo la tarea de sepultar a los muertos en la tierra será contraria a la ley, y la cremación obligatoria una medida saludable y sanitaria. Desaparecerán eventualmente esos lugares síquicos e insalubres llamados cementerios, así como la adoración a los antepasados va desapareciendo tanto en Oriente con su culto a los antepasados, como en Occidente con su igualmente estúpido culto a la posición social heredada.

Mediante la aplicación del fuego, todas las formas son disueltas; cuanto más rápidamente se destruye el vehículo físico humano, con más rapidez se rompe el aferramiento del alma que se retira. Muchas tonterías se dicen en la literatura teosófica actual acerca de la ecuación tiempo, en relación con la destrucción secuencial de los cuerpos sutiles. Sin embargo, debe decirse que en cuanto se ha establecido científicamente la verdadera muerte (por el médico ortodoxo a cargo del caso) y se ha asegurado que no queda una chispa de vida en el cuerpo físico, entonces es posible la cremación. Esta total o verdadera muerte acontece cuando el hilo de la conciencia y el hilo de la vida han sido retirados totalmente de la cabeza y del corazón. El respeto y la mesura tienen exacta cabida en este proceso. La familia del muerto necesita pocas horas para adaptarse al hecho de la desaparición inminente de la forma externa y comúnmente amada; debe también cumplirse debidamente con las formalidades exigidas por el estado o la municipalidad. Este elemento tiempo se refiere principalmente a los que quedan, a los vivos y no a los muertos. La pretensión de que el cuerpo etérico no debe ser precipitadamente cremado y la creencia de que debe deambular durante un período determinado de varios días, no tienen tampoco una verdadera base. No existe una necesidad etérica para esta demora. Cuando el hombre interno se retira de su vehículo físico, lo hace simultáneamente del cuerpo etérico. Es cierto que el cuerpo etérico puede deambular por un largo período en el "campo de emanación", cuando el cuerpo físico es enterrado, y frecuentemente persistirá hasta la total desintegración del cuerpo denso. El proceso de momificación, tal como se practicó en Egipto, y el embalsamamiento, tal como se practica en Occidente, han sido responsables de la perpetuación del cuerpo etérico, a veces durante siglos. Esto es particularmente así cuando la momia o la persona embalsama da fue un individuo malo durante su vida; el ambulante cuerpo etérico a menudo es “poseído" por una entidad mala o una fuerza maligna. Esta es la causa de los ataques y desastres que frecuentemente persiguen a quienes descubren antiguas tumbas y sus moradores, las antiguas momias, y desentie­rran a ellas y sus posesiones. Donde se practica la cremación no sólo se logra la inmediata destrucción del cuerpo físico y su restitución a la fuente de sustancia, sino que el cuerpo vital también rápidamente se disuelve y sus fuerzas son arrastradas por la corriente ígnea al depósito de energías vitales. Siempre constituyó parte inherente a este depósito, el poseer ya sea una forma o un estado amorfo. Después de la muerte y de la cremación estas fuerzas aún existen, pero son absorbidas en un todo análogo. Reflexionen sobre esta afirmación, porque proporcionará la clave del trabajo creador del espíritu humano. Si es necesario esperar debido al sentimiento de la familia o a los requerimientos municipales, la cremación debería hacerse dentro de las treinta y seis horas; cuando no hay razón para esperar, la cremación puede hacerse doce horas después. Sin embargo, es prudente esperar doce horas a fin de asegurarse que se ha producido la verdadera muerte. (17 – 355/6).

Ver también: (17 – 190), (17 – 346/7).

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CRISIS

(1) No rehúyan estas crisis por duras y difíciles que parezcan ser. Son difíciles, pero no olviden que el hábito de enfrentar las crisis ha estado largamente establecido en la conciencia de la humanidad. El hombre tiene el “hábito de las crisis” si puedo denominarlo así. Sólo son puntos para analizar la fortaleza, el propósito, la pureza, el móvil y la intención del alma. Cuando son superadas evocan confianza y producen una amplia visión. Fomentan la compasión y la comprensión, porque el dolor y el conflicto interno que han engendrado nunca se olvidan, pues extraen su fuerza de los recursos del corazón y liberan la luz de la sabiduría dentro del campo del conocimiento, enriqueciéndose el mundo. (16 – 356/7).

(2) La crisis creadora ha sido posible para la Humanidad por tres acontecimientos principales:

  1. La terminación de un ciclo o movimiento de veinticinco mil años alrededor de lo que se llama el zodíaco menor. Esto significa un ciclo mayor de experiencia en la vida de nuestro Logos planetario.
  2. El fin de la era pisceana. Significa simplemente que las energías provenientes de Piscis, durante los últimos dos mil años, son ahora rápidamente reemplazadas por energías provenientes de Acuario, dando por resultado cambios mayores en la vida del Logos planetario y afectando potentemente Su cuerpo de manifestación por intermedio de Sus tres centros principales: Shamballa, la Jerarquía y la Humani­dad.
  3. La actividad acrecentadamente dominante del séptimo Rayo de Or­den o Magia Ceremonial, como se lo denomina casi erróneamente. Este rayo está entrando ahora en la manifestación y colabora estrechamente con los dos factores mencionados. (18 – 452).

(3) A no ser que ocurran estos momentos de crisis, la vida decae en forma general a un nivel muerto y, aunque sea útil, no ofrece oportunidad para un esfuerzo supremo, con la consiguiente necesidad de, apelar a todos los recursos del alma. (5 – 255).

(4) La solución de las crisis es característica del discípulo y cada crisis que enfrenta y maneja correctamente, le proporciona (cuando esotéricamente ha quedado "bajo los pies") el lugar desde el cual obtendrá una más amplia visión, afluirá un nuevo conocimiento y emanará la luz trasmutadora del Ángel de la Presencia, y de esta manera se producirán resultados.

Cada uno de ustedes ha atravesado un ciclo de verdadera dificultad y tensión, lo cual atañe a todos los discípulos. (6 – 23).

Ver también: (6 – 551/2).

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EL CRISTO

(1) El Cristo fue el primero de nuestra humanidad terrena que alcanzó la meta de la individualización... El desarrollo de Cristo fue muy rápido, pues en la época atlante se hallaba en el Sendero de Probación. Desde el punto de vista evolutivo, el rápido desarrollo de la evolución del Cristo no ha tenido paralelo. Nunca ha sido igualado, aunque en la actualidad hay personas en nuestro planeta que han comenzado a desarrollarse ya con igual rapidez (15 – 170).

(2) El primer ser humano de ese "centro que llamamos la raza de los hombres" que alcanzó la tercera iniciación fue Cristo; en esa primera gran demostración de Su etapa de realización (por intermedio de lo que entonces era un nuevo tipo de iniciación) Buda acompañó a Cristo. Buda había alcanzado la misma etapa antes de la creación de nuestra vida planetaria, pero las condiciones para recibir la tercera iniciación no estaban disponibles entonces, y Buda y Cristo recibieron juntos la iniciación. (18 – 319).

(3) El Instructor del Mundo es ese gran Ser que los cristianos denominan Cristo. En Oriente es conocido como el Bodhisattva y el Señor Maitreya, y por los devotos mahometanos, como el Iman Madhi. Ha presidido los destinos de la vida desde el año 600 a.C.; es Quien apareció entre los hombres y a Quien se espera nuevamente. Es el gran Señor de Amor y Compasión, así como su predecesor, Buda, fue el Señor de Sabiduría.

Es el Instructor del Mundo, el Maestro de Maestros y el Instructor de Ángeles, y se Le ha confiado la guía de los destinos espirituales de los hombres y el despertar del reconocimiento de que cada ser humano es una criatura de Dios y un hijo del Altísimo.

El Instructor del Mundo dirige esa conciencia inmanente en su aspecto vida o espíritu, tratando de energetizarla dentro de la forma, para ser ésta descartada a su debido tiempo, y el espíritu liberado volver a su origen. Desde que dejó la Tierra, como dice con relativa exactitud la Biblia (aunque con muchos errores en los detalles), siempre ha permanecido con los hijos de los hombres. Nunca nos ha abandonado, sino en apariencia, y quienes conocen el camino pueden hallarlo en cuerpo físico en los Himalayas, trabajando en íntima colaboración con Sus dos grandes Hermanos, el Manu y el Mahachohan. Diariamente imparte su bendición al mundo, y permanece todos los días bajo el gran pino de Su jardín, a la puesta del sol, con las manos en alto, bendiciendo a quienes tienen verdadera y fervorosa aspiración. Conoce a todos los buscadores, y aunque no tengan conciencia de Él, la luz que de Él afluye estimula sus deseos, fomenta la chispa de vida naciente y espolea al aspirante hasta el amanecer del gran día en que se enfrente con Aquel Que "al ser ascendido" ‑entendido esotéricamente‑ atraerá hacia Sí a todos los hombres, como Iniciador de los sagrados misterios. (1 – 47/8).

(4) Durante dos mil años ha sido el Guía supremo de la Iglesia Invisible, la Jerarquía espiritual, compuesta de discípulos de todos los credos. Reconoce y ama a quienes no son cristianos, pero mantiene su lealtad a los Fundadores de sus respectivas religiones, Buddha, Mahoma, y otros. No le interesa el credo que profesen, sino su objetivo, el amor a Dios y a la humanidad. Si los hombres buscan al Cristo que dejó a Sus discípulos hace siglos, fracasarán ay no reconocerán al Cristo que está en proceso de retornar. El Cristo no tiene barreras religiosas en Su conciencia, ni le da importancia a la religión que profesa el hombre.

El Hijo de Dios está en camino y no viene solo. Su avanzada ya se acerca y el Plan que debe cumplir ya está trazado y aclarado. Que el reconocimiento sea el objetivo. (8 – 35).

(5) Es un Instructor mundial y no un instructor cristiano. El Mismo ha dicho que tenía otros rebaños, para quienes Él representa lo mismo que para el cristiano ortodoxo. Quizás su nominativo no sea Cristo, pero tal vez Lo sigan en forma tan verdadera y fiel como lo hacen sus hermanos de Oriente. (8 – 38).

(6). Las iglesias han puesto el énfasis y aún lo hacen, sobre el Cristo muerto. Los hombres han olvidado que Él vive, aunque durante la Pascua aparentan reconocer esta esperanza y creencia, debido en gran parte a que Su resurrec­ción garantiza "nuestra propia resurrección, y porque Él vive, también vivi­remos nosotros". No se le da la debida importancia a Su vivencia y a Su presencia hoy, aquí y ahora en la tierra, excepto cuando se generaliza en forma vaga y superficial. Los hombres han olvidado que el Cristo que vive con nosotros en la tierra, rodeado por Sus discípulos, los Maestros de Sabiduría, es accesible para quienes se acerca a Él en forma correcta, salvando a los hombres por la fuerza de Su ejemplo.

La futura religión mundial hará resaltar tales verdades; proclamará la vida y no la muerte; enseñará cómo se logra la realización del estado espiritual por medio de la vida espiritual, y la realidad de la existencia de quienes lo han,, logrado y trabajan con el Cristo para ayudar y salvar a la humanidad. La realidad de la existencia de la Jerarquía espiritual de nuestro planeta; la capacidad del género humano para ponerse en contacto con Sus miembros y trabajar en colaboración con Ellos, y la existencia de Aquellos que conocen cuál es la Voluntad de Dios y pueden trabajar inteligentemente con Ella, ‑ tales las verdades sobre las cuales se basará la futura enseñanza espiritual. (7 – 151/2).

(7) En el futuro, los ojos de la humanidad estarán puestos sobre Cristo y no sobre las instituciones creadas por los hombres, como la Iglesia y sus digna­tarios; Cristo será visto tal como es en realidad, actuando por medio de Sus discípulos, de los Maestros de Sabiduría y de Sus seguidores (raras veces reconocidos), los cuales se afanan anónimamente detrás de los asuntos mundiales. Su campo de actividad será el corazón humano y los lugares populosos del mundo, no algún templo de piedra, ni la pompa y ceremonia de una sede eclesiástica. (8 – 61).

(8) Ningún hombre se ha salvado por la teología, sino únicamente por el Cristo viviente y por la consciente convicción de que el Cristo mora en cada corazón humano. (7 – 140).

(9) El hombre individual y su alma también están tratando de unirse, y cuando esta unión se realice el Cristo nacerá en la caverna del corazón y se verá como se acrecienta Su poder en la vida diaria. (14 – 231).

(10) A medida que el hombre va purificando su personalidad y poniéndola al servicio de la voluntad espiritual, elevando automáticamente las energías de los dos centros del cuerpo al centro entre las cejas. Oportunamente se acrecienta y amplía la influencia de los dos centros, hasta que los campos magnéticos o vibratorios, hacen contacto entre sí, y aparece instantáneamente la luz. Padre‑espíritu y madre‑materia se unen y unifican, y el Cristo nace. "A no ser que el hombre vuelva a nacer no podrá ver el reino de Dios", dijo el Cristo. Tal el segundo nacimiento, y desde ese momento la visión adquiere creciente poder... Hoy el Cristo renace en muchos seres humanos y acrecen­tadamente aparecerán los hijos de Dios en su verdadera naturaleza para guiar a la humanidad en la nueva era. (14 – 233/4).

(11) Que Aquel a Quien servimos pueda estar más cerca que nunca de nosotros, que el trabajo de establecer rectas relaciones humanas pueda continuar a grandes pasos y que la luz y el amor afluyan, desde Shamballa y la Jerarquía, sobre todos los que aman a sus semejantes, es el ansioso deseo, juntamente con mi bendición para ustedes, en este período de voluntad al bien.

El Tibetano me ha pedido aclarar que cuando él habla del Cristo, se refiere al nombre que se la da como Guía de la Jerarquía. El Cristo trabaja para todos los hombres, sin distinción de creencias; no pertenece al mundo cristiano como tampoco al budista, al mahometano o cualquier otra creencia. Nadie tiene necesidad de unirse a la Iglesia Cristiana para estar afiliado al Cristo. Lo que se exige es amar al semejante, llevar una vida disciplinada, reconocer la divinidad en todos los credos y todos los seres, y regir su vida diaria con Amor. A.A.B (13 – 462).

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[26]

CRISTO: REAPARICIÓN DEL

(1) En todas partes subsiste la expectativa y la demanda por una manifestación o acontecimiento simbólico, denominado con distintos nombres, pero se refiere generalmente al advenimiento de Cristo. Como bien saben, puede ser un advenimiento físico, como lo hizo en Palestina, o expresarse como definida influencia ejercida sobre sus seguidores por el Gran Señor de Vida, influencia que evocará respuesta de quienes en una forma u otra han despertado espiritualmente; quizás podría ser en forma de una grandiosa afluencia del principio crístico, la vida y el amor crísticos, actuando sobre la familia humana. Tal vez estas tres posibilidades ocurran muy pronto y simultánea­mente en nuestro planeta. (14 – 226/7).

(2) Esta vez Él no manifestará la vida perfecta de un Hijo de Dios, tal cual fue su misión anteriormente, sino que aparecerá como el Guía supremo de la Jerarquía espiritual, para satisfacer la necesidad de todas las naciones sedientas del mundo, sedientas de verdad, de rectas relaciones humanas, de amorosa comprensión. Esta vez Él será reconocido por todos, y Su propia Persona testimoniará la realidad de la resurrección, demostrando paralelamente la realidad de la inmortalidad del alma del hombre espiritual. Durante los dos mil años pasados se hizo hincapié en la muerte; que ha matizado toda la enseñanza de las iglesias ortodoxas; sólo un día del año se ha dedicado a la idea de la resurrección. (9 – 111).

(3) Se debe preparar al mundo en amplia escala para la venida del Instructor mundial, y deben darse los pasos necesarios antes de que muchos de Ellos se manifiesten entre los hombres, y lo harán a fines de este siglo. Ya se está formando un grupo especial que se prepara expresamente para este trabajo. El Maestro M., el Maestro K.H. y el Maestro Jesús, se ocuparán especial­mente de este movimiento, hacia fines de este siglo. Otros Maestros participarán también, pero los tres mencionados anteriormente son Aquellos con cuyos nombres y cargos la gente debe en lo posible familiarizarse... Puede asegurarse definitivamente que antes de la venida de Cristo se hará lo necesario para que esté al frente de las grandes organizaciones un Maestro o un iniciado que haya recibido la tercera iniciación. Maestros e iniciados estarán al frente de ciertos grandes grupos ocultistas de francmasones del mundo y de diversos sectores de la iglesia en muchas de las grandes naciones. (1 – 60).

(4) Cuando Él venga al final de este siglo y haga sentir Su poder, lo hará como Instructor del Amor y de la Unidad, y Su tónica será regenerar por medio del amor. Debido a que actuará principalmente en el plano astral, Su trabajo se manifestará en el plano físico, estableciendo grupos activos en toda ciudad, grande o pequeña, y en todo país, que trabajarán agresivamente para lograr la unidad, la colaboración y la fraternidad en todos los sectores de la vida, económico, religioso, social y científico. (3 – 605).

(5) Aclararé parcialmente estos hechos y me extenderé algo más sobre los tres modos de Su aparición, llegada, advenimiento y reconocimiento físico por la humanidad:

  1. Por la influencia que Él ejerce sobre los iniciados y discípulos que están ahora o estarán, en el momento de Su llegada, activos en los tres mundos de la evolución humana. Esto significa que influirá telepáticamente sus mentes. Dicha influencia será Su principal trabajo en el plano mental. Constituirá uno de Sus métodos más eficaces en Su propuesta interferencia espiritual en los asuntos mundiales. Por inter­medio de los miembros o afiliados de la Jerarquía, tendrá puestos de avanzada de Su conciencia en cada nación. Por intermedio de ellos Él puede trabajar.
  2. Por la afluencia de vida o conciencia crísticas en las masas, en todas partes y naciones. Esta afluencia espiritual traerá la reorientación del deseo humano y evocará la reacción emocional a Su presencia. Por lo tanto, esto pone al plano astral dentro de la esfera activa de Su influencia, e involucra la liberación de la energía de la buena voluntad en los corazones de los hombres, predisponiéndolos a las rectas relaciones humanas. El establecimiento de rectas relaciones es el objetivo principal de la triple actividad de Su llegada. Las masas de todas partes responderán al trabajo y al mensaje de Cristo, al ser complementados desde el plano mental por los discípulos e iniciados, influidos por la mente de Cristo.
  3. Por su aparición física entre los hombres. Por medio de Su aparición inmediata, Él puede establecer un potente punto foca] de energía jerárquica en la Tierra, que fue imposible hasta ahora. Él no ha desertado nunca de la humanidad y siempre mantuvo Su promesa de estar con nosotros todos los días, hasta el fin de la era. Los hombres de todos los países sabrán dónde encontrarlo. El lugar o ubicación de este punto focal de Su triple actividad espiritual no puede ser divulgado, pues depende del resultado de los procesos consecutivos de influencia y afluencia. (18 – 504/5).

(6) El centro cardíaco de la humanidad es creado por la suma total de los corazones (hablando simbólicamente) de todos los hombres de buena voluntad (dentro y fuera de las iglesias y sin tener en cuenta los conceptos políticos) que están sirviendo a sus semejantes, fomentando los movimientos para el bienestar humano, trabajando para el establecimiento de rectas relaciones humanas y contrarrestando constantemente la separatividad de la mente humana por medio de la incluyente naturaleza del amor divino. Tenemos por lo tanto, como garantía del retorno de Cristo al reconocimiento público, el complemento de un gran alineamiento, que, cuando sea efectivamente completado, creará un claro canal, sendero de retorno, línea de luz o poder magnético entre:

  1. El centro donde la voluntad de Dios es conocida. Este centro es Shamballa, donde se origina la voluntad al bien. Esta voluntad al bien es amor esencial.
  2. La Jerarquía, el centro cardíaco planetario.
  3. El Cristo, el verdadero corazón de amor de la Jerarquía.
  4. Los iniciados, discípulos y aspirantes que forman el nuevo grupo de servidores del mundo, tratando de personificar el amor y la luz que el mundo actual necesita.
  5. Los corazones de los hombres de buena voluntad de todos los países que responden al amor, tal como puede expresarse por medio de rectas relaciones humanas.
  6. El punto focal por el cual el Señor de Amor actuará en la Tierra.

Si estudian esta séptuple progresión del amor divino, desde la manifestación más elevada de la Deidad, descendiendo hasta su aparición por medio de algún punto focal en nuestro conocido mundo moderno, será evidente la creación de una "estructura de acercamiento" muy definida y la construcción de un "Sendero de Retorno", que traerá a nuestro medio el tan largamente esperado Cristo. Nada puede detener o impedir Su retorno hoy; la evidencia de esta estructura puede verse en todas partes. (18 – 508/9).

(7) Su reaparición y su trabajo consiguiente no pueden estar confinados a una pequeña localidad o territorio desconocido para la gran mayoría, como sucedió en Su anterior aparición. La difusión de noticias por los diversos medios de comunicación, hará que su venida sea diferente de la de cualquier otro Mensajero que le precedió; los rápidos sistemas de transporte permiti­rán que incontables millones de seres lleguen a Él por cualquier medio de comunicación; su rostro llegará a ser muy familiar a todos, mediante la televisión, y en verdad "todos los ojos lo verán". (8 – 18).

(8) Quizás reaparezca bajo un aspecto completamente inesperado; ¿quién podrá decir si vendrá como un político, un economista, un conductor del pueblo que surgirá del seno del mismo, un científico o un artista? (8 – 19).

(9) En el transcurso de los siglos, en los momentos más apremiantes de la humanidad y en respuesta a su demanda, ha aparecido bajo diferentes nombres un divino Hijo de Dios. (8 – 40).

(10) Sólo dos o tres lo saben, pero en la hora en que menos piensen Él vendrá. (Mt. 24,44). (8 – 41).

(11) La masiva visión y bondad que existen en el mundo es inmensa, y el pensar claro y humanitario es ilimitado; la salvación del mundo se halla en manos de la gente sencilla y buena, y en los millones de personas que piensan con rectitud. Ellos llevarán a cabo el trabajo preparatorio para el advenimiento del Cristo. Numéricamente son suficientes para realizar la tarea, y sólo necesitan respaldo e inteligente coordinación, a fin de prepararse para el servicio requerido. (8 – 141).

(12) Él vendrá indefectiblemente cuando se haya restablecido la paz en cierta medida, cuando el principio de participación esté por lo menos en camino de controlar los asuntos económicos y cuando las iglesias y los grupos políticos hayan comenzado a limpiar sus casas. Entonces Él podrá venir y lo hará; entonces el Reino de Dios será reconocido abiertamente y ya no constituirá un sueño, un ansioso anhelo y una esperanza ortodoxa. (8 – 141/2).

(13) cuando venga Aquel a Quien ángeles y hombres esperan y cuyo trabajo es inaugurar la nueva era y completar así el trabajo que comenzó en Palestina hace dos mil años, traerá consigo algunos de los grandes Ángeles así como también algunos de los Maestros. (13 – 421).

(14) Es de esperar que el cristiano ortodoxo rechace al principio las teorías acerca del Cristo que presenta el ocultismo y al mismo tiempo halle cada vez más difícil inducir a las masas inteligentes a aceptar a la Deidad imposible y al débil Cristo que el cristianismo histórico ha fomentado. Las ideas que el público inteligente puede aceptar y aceptará son: un Cristo presente y viviente, conocido por quienes Lo siguen, que es un fuerte y hábil ejecutivo y no un dulce y sentimental sufriente; Que nunca nos abandonó sino que durante dos mil años trabajó por intermedio de Sus discípulos, hombres y mujeres inspi­rados de todos los credos, religiones y convicciones religiosas; Que no acepta fanatismo ni devoción histérica, sino Que ama a todos los hombres persisten­temente con inteligencia y optimismo; Que ve en todos la divinidad y Que comprende las técnicas del desarrollo evolutivo de la conciencia humana (mental, emocional y física? que producirá civilizaciones y culturas apropia­das en una determinada etapa de la evolución) ‑el público inteligente puede aceptar y aceptará estas ideas.

Ese público se preparará y trabajará para establecer esas condiciones en el mundo, en las que el Cristo podrá actuar libremente entre los hombres, en Presencia corpórea; entonces, no necesitará permanecer en Su actual retiro, en Asia Central. También puede aceptar y aceptará fácilmente la unidad de todos los credos, cuando sea presentada correctamente la relación que existe entre el Buda y el Cristo; entonces la imagen de un Cristo que exige una posición excepcional, excluyendo a los demás hijos de Dios, desaparecerá en la maravilla de la verdadera sucesión apostólica, en la que a muchos hijos de Dios, de distintos rayos, diferentes nacionalidades y variadas misiones, se los verá históricamente conduciendo a la humanidad por el sendero del desarro­llo divino y acercándola a Dios, la Fuente. (13 – 487/8).

Ver también: "Meditación Reflexiva sobre la Preparación para la Reapa­rición de Cristo" (6 – 202/4).

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